Panorama Político de Entre Ríos
El escenario

Si algo le faltaba a la provincia es un diputado negacionista

El diputado nacional Beltrán Benedit. (Dibujo: NOVA)

Días atrás y cual tour de compras a la Triple Frontera, legisladores de La Libertad Avanza (LLA), organizados y encabezados por el entrerriano Beltrán Bendit, visitaron a genocidas detenidos con prisión perpetua en la cárcel de Ezeiza.

El ingeniero agrónomo entrerriano Beltrán Benedit, antes director de la Sociedad Rural, hoy diputado nacional por Entre Ríos, tal vez aburrido o con falta de creatividad a la hora de gestar proyectos en pos de una provincia que según los libertarios quedó diezmada tras años de peronismo, tuvo la genial idea de organizar un tour de visita a la cárcel de Ezeiza junto a varios "compinches de andanzas", para abrazar afectuosamente a personajes siniestros de la historia argentina, lejana, pero por lo visto, no lo suficiente.

El desconocido Benedit accedió a una banca de diputado nacional por la fuerzas del cielo, encabezada por el león libertario, Javier Milei, y en medio de una semana con relativa tranquilidad política, encabezó una visita a Alfredo Astíz, entre otros genocidas que se encuentran presos en Ezeiza por crimenes de lesa humanidad.

Cabe recordar que este mismo personaje en junio, dio la nota al negarse a que se declare de interés las "Estrellas Amarillas", y aunque parezca mentira el argumento que esgrimió fue que "Este país nació católico, lo es mayoritariamente y, seguramente, lo seguirá siendo. Y no solo es así en sus hábitos y costumbres, sino que también está reflejado en uno de los artículos de la constitución. Entonces, con todo respeto con la forma de expresarse en esos momentos de dolor en esas circunstancias, y por la libertad de culto que también esta garantizada, quiero decir que no puedo acompañar lo que podríamos llamar 'expresiones paganas', más cuando van en reemplazo de nuestra tradicional cruz"...

En un rapto de creatividad también presentó un proyecto contra la Ley de Manejo de Fuego, la iniciativa de Benedit es modificar la ley que actualmente restringe por hasta un período de 60 años la venta de tierras afectadas por incendios forestales.

Su argumento es que "estas medidas penalizan injustamente a propietarios rurales y socavan el principio de inocencia en casos de incendios".

Como era de esperarse el legislador de las fuerzas del cielo, quiere modificar la norma sancionada durante el Gobierno de Alberto Fernández para favorecer a los productores agropecuarios.

En febrero también fue firmante de la iniciativa para derogar la despenalización del aborto. Apenas unos pocos diputados del oficialismo acompañaron el proyecto, que se frustró de inmediato entre denuncias cruzadas y legisladores que se desentendieron de lo ocurrido.

La impulsora fue Rocío Bonacci, una de las que visitó genocidas, quien reconoció que fue a título personal y que buscó voluntades para terminar con la interrupción voluntaria del embarazo.

Lilia Lemoine, que había firmado, se desmarcó rápidamente y considero que la iniciativa era inoportuna. Además de Benedit y Bonacci, firmó María Fernanda Araujo, otra de la comitiva que se reunió con Astiz y compañía.

Justamente Bonacci, tras la visita a genocidas en Ezeiza, denunció mediáticamente a Benedit, manifestando que éste último la llevó engañada, "si, engañada", en un infantil intento por desmarcarse del entrerriano.

Claro una cosa es la despenalización del aborto, otra muy distinto visitar represores y genocidas con penas por delito de lesa humanidad, poniendolo en la discursiva política de café, "te acompaño hasta la puerta del cementerio, pero con vos hasta la tumba no entro".

Lo cierto es que Bonacci entró a la Cámara Baja, de la mano de la ultra derechista, Victoria Villarruel, amiga de pesonajes como Cecila Pando, por citar a uno de ellos, y su padre es un reconocido empresario que ha defendido posiciones filonazis.

Haciendo algo de historia, Bonacci llegó a La Libertad Avanza militando muy cerca de Villarruel por ser de la familia militar, como contó en una entrevista periodística antes de asumir su banca: "Mi mamá y mi papá se conocieron militando en el Modin de Aldo Rico, ella era cabo en comisión del Ejército Argentino como enfermera militar y él impresor. ¡Soy hija del Operativo Dignidad! Todos venimos de algún lado", no cabe duda.

El escándalo fue tal que en un pestañeo la gran mayoría de los dirigentes libertarios salieron a desmarcarse de semejante paseo.

También repudiaron su visita, radicales, peronistas, socialistas, en fin la mayoría del arco político, indistintamente de su color partidario cruzaron duramente a Benedit.

La Comisión por la Memoria presentó también una denuncia penal contra el diputado nacional Beltran Benedit por el delito de apología del crimen, según lo estipula el artículo 213 del Código Penal.

Beltrán Benedit no fue solo, él encabezó junto a otros cinco diputados de su mismo bloque la visita a represores condenados por delitos de lesa humanidad, lo hizo junto a Lourdes Arrieta, Rocío Bonacci, Alida Ferreyra, María Fernanda Araujo y Guillermo Montenegro y se reunieron con Alfredo Astiz, Ricardo Cavallo, Raúl Guglielminetti, Carlos Suarez Mason, Gerardo Arraez, Honorio Martínez Ruiz, Agustín Oyarzabal Navarro, Juan Manuel Cordero, Mario Marcote, Miguel Ángel Britos, Adolfo Donda y Antonio Pernias entre otros condenados.

Como si su acción inexplicable en pleno 2024 fuera poco, Benedit envió un mensaje de whatsapp que se viralizó en redes sociales en el que expresó: “Fuimos a ver a excombatientes que libraron batallas contra la subversión marxista por orden de un gobierno constitucional".

¡Nunca más!

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