El único que desentonó como era de esperarse fue su mentor, el ex gobernador y amigo personal Gustavo Bordet. Viene bien entonces recordar que Kueider fue elegido a dedo por el exgobernador y actual diputado nacional, para ocupar un lugar de importancia para los entrerrianos y entrerrianas que representa, desde el que ha traicionado los intereses del pueblo de la provincia que lo vio crecer políticamente, siendo Bordet el responsable por las consecuencias para la provincia, al acompañamiento de su ahora "ex ladero", a una Ley que propone la destrucción de los derechos laborales, la soberanía argentina, la industria nacional y el estado de bienestar que hasta ahora ha garantizado el derecho a la salud y a la educación de su Pueblo, entre otros tópicos.

Volviendo a la previa de la votación de la cuestionada Ley Bases, Kueider llevó a cabo tres acciones que permitieron el tratamiento de la iniciativa libertaria: firmó el dictamen de mayoría, aunque en disconformidad; dio quórum en la sesión y votó afirmativamente en general pero rechazó varios artículos durante el tratamiento en particular. A partir de estos audaces movimientos, se desató una andanada de pedidos de expulsión del peronismo entrerriano.

El primero fue Facundo Ruiz Díaz, el presidente de la Departamental Concordia de donde es oriundo Kueider, hizo una presentación formal ante el Consejo Provincial del PJ solicitando su expulsión. Seguido por José Cáceres, presidente del Consejo, quien señaló que el cuerpo deberá evaluar la actitud de Kueider deberá conformarse en forma ad hoc hasta que se convoque al Congreso partidario. También fue parte de las críticas el ex Director de Aduana, el "masista" Guillermo Michel, quien sin pelos en la lengua, dijo: "Roma no paga a traidores". Vale recordar que inicialmente se deslizó que el apoyo a la Ley Bases por parte de Kueider, sería a cambio de ser elegido para la presidencia de la Bicameral de Inteligencia, algo que obviamente no pasó, también se rumoreó que tras su arriesgada jugada conseguiría conquistas históricas para Entre Ríos y la región de Salto Grande, algo que tampoco se dio.

A modo de tibia defensa el mismo senador dijo en declaraciones radiales desde Buenos Aires, ya que hace mucho que no se lo ve por tierras entrerrianas, que “Hay que leer por qué la gente votó a Javier Milei”, Kueider justificó su voto afirmando además que “no tenía sentido bloquear” al oficialismo desde el Senado y que le parecía “un capricho innecesario y una mala estrategia” no votar a favor de la Ley, apuntalando su idea señaló además que Kueider aseguró que gracias a “su estrategia” y a decir “públicamente" que el DNU “así como estaba era inconstitucional” logró que se modificara el proyecto. La bandera que intenta esgrimir el legislador como prenda de canje por su voto es el decreto 523 del 12 de junio, firmado por el presidente Milei, que establece que la presidencia y las vocalías del órgano de administración de la represa de Salto Grande se designarán a propuesta de la provincia de Entre Ríos.

Actualmente, la presidencia está en manos de un diplomático de carrera, Alejandro Daneri, designado por Milei. No es entrerriano. Los dos vocales vienen de la gestión de Alberto Fernández y en este caso sí son nacidos en la provincia: Juan Domingo Orabona y Héctor Maya. Desde la recuperación de la democracia los distintos gobiernos nacionales han acordado con las autoridades provinciales los nombres para esos cargos en la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande, el órgano binacional que administra la presa que comparten Argentina y Uruguay.

Mientras tanto en Entre Ríos, llegó el ansiado momento del debate interno en el Partido Justicialista, y entre otros temas de importancia tras muchos años sin conversaciones intestinas, se realizó el 7 de septiembre, el Congreso del PJ, con pocas sorpresas y muchas comisiones para tratar temas a futuro, la frutilla del postre era saber qué tipo de sanciones si es que las habría, tomarían contra Edgardo Kueider, Eduardo Laurito fue electo presidente, Rosario Romero vicepresidenta primera, a sus costados, en la mesa de conducción, José Angel Allende y el intendente Domingo Daniel Rossi, junto además a Claudia Monjo y José Orlando Cáceres, amigos y enemigos del cuestionado senador nacional.

Como era de esperarse, Kueider fue abucheado, Bordet su mentor silbado, pero "la sangre no llegó al río", y poco pasó, tras la finalización del Congreso, se confirmó la creación de una comisión para estudiar y analizar si amerita ser expulsado del partido.

En cuanto a la designación del Tribunal de Disciplina, se facultó a la Mesa del Congreso, Mesa del Consejo Provincial y los 18 consejos departamentales para que tengan a su cargo la designación de los miembros del Tribunal de Disciplina y la Junta Electoral.

Haciendo caso omiso a las movidas políticas entrerrianas en su contra, Kueider finalmente confirmó que pasará a integrar un interbloque paraoficialista junto a otros 5 legisladores nacionales. El espacio se llamará “Provincias Unidas” y buscarán ampliarlo con otras bancadas provinciales y con radicales separados de la UCR.

En el nuevo interbloque estarán además el correntino Carlos Espínola, Alejandra Vigo (Córdoba) de Unidad Federal; Juan Carlos Romero (Salta) de Cambio Federal, Edith Terenzi de Despierta Chubut y Lucila Crexell del Movimiento Neuquino. La presidencia del interbloque quedó a cargo del correntino Espínola.

La labor legislativa del nuevo bloque es acompañar la gestión de Javier Milei, por lo que actuaría en tándem con los 6 senadores que conforman La Libertad Avanza. En el mejor escenario, el oficialismo podría tener el acompañamiento de alrededor de 17 legisladores que, sumados a los 6 del PRO que suelen acompañar a La Libertad Avanza, le daría la posibilidad de tener 23 votos contra los 33 de que hoy detenta Unión por la Patria.

Edgardo Kueider: ¿villano o héroe? ¿inteligente o vivo?, pocos lo saben, mientras tanto a muchos entrerrianos y entrerrianas que votaron en contra del actual presidente, Javier Milei, solo les queda decir: "Dios y la Patria se lo demanden".